martes, 26 de agosto de 2008

Dulce amargo


Dificil, casi imposible comentar los sentimientos encontrados de cada corazón Xeneize, por un lado con un buen partido de los juveniles apuntalados principalmente por Ibarra, Battaglia y Vargas (figura) le dieron vuelta el partido a Lanús en La Bombonera teniendo de fondo el nuevo hit del jugador número 12: "Vamos, vamos los pibes..." y por el otro el dolor que causó la noticia de la lesión del máximo goleador de la historia de Boca Martín Palermo que se rompió los ligamentos de la rodilla derecha por segunda vez en su carrera quedándose afuera de las canchas en lo que queda del año y aproximadamente hasta fines de enero o febrero del 2009.
Pero vamos por partes, Boca recibía a Lanús en lo que sería su segundo partido del campeonato por haber postergado el partido de la fecha pasada ante Newell's para poder disputar la Copa Joan Gamper ante Barcelona, pensando en el partido de vuelta por la Recopa a jugarse el miércoles en este mismo estadio ante Arsenal el técnico Carlos Ischia preservó a Mauricio Caranta que volvió con molestias de España, a Rodrigo Palacio que todavía no está en plenitud física cuidando también a Jesús Dátolo reemplazados por el debutante arquero Javier García, Ricardo Noir y Neri Cardozo respectivamente. Le costó al Xeneize entrar en sintonía con el partido, el Granate se plantó en el medio con mucha gente buscando la velocidad de Biglieri arriba, la buena cisrculación de pelota hacía que ni Vargas ni Battaglia pudieran mandar como es costumbre en la zona y en tan sólo seis minutos se puso en ventaja con gol de Sand.
Cuando todavía no se había acomodado, Boca tuvo que salir a buscar el resultado mientras Lanús se paraba buscando alguna contra, el que tomó la batuta fué el colombiano Vargas, marcando, tocando, recuperando y apareciendo en posición de gol apareciendo donde tenía que estar Gracián que parece haberse apagado otra vez. Y salió nomás a buscar el empate, Noir no podía hacer pesar su velocidad y Neri Cardozo hacía una de cal y una de arena, pero Battaglia y Vargas empujaban al equipo hacia adelante, el mismo Battaglia lo tuvo pero su cabezazo se fué apenas alto cuando atrás aparecía Palermo tirándose de palomita, el mismo Martín tomó una pelota de aire y la pelota salió besando el poste. Ya se sentía que el gol estaba por caer y una pared entrando por el medio del area entre Vargas y Cardozo la culminó magistralmente el colombiano tocando suave al costado del cuerpo de Bossio, partido empatado y Boca ya entonado para ir a buscar el triunfo. Cuando faltaban menos de quince minutos llegó la jugada que marcaría este partido más allá de las estadísticas, a un pelotazo casi intrascendente que partió desde el campo de Boca fué a buscar Martín Palermo conun jugador de Lanús, al caer el peso de su cuerpo recayó en su rodilla derecha y el gesto de dolor fué evidente, en el suelo primero las manos a la car y después en la pierna, se notó que no fué una caida más, la pelota seguía en poder de Boca y Martín se levantaba pero no seguía la acción. Salió y fué atendido por los médicos, volvió a entrar pero sólo deambulaba por la cancha y sabemos que nunca da pelota por perdida, su cara de dolor y fastidio buscando que respondiera de una vez por todas esa maldita rodilla pero no había caso, los ligamentos ya estaban rotos.
Cuando terminó la primera parte todos los ojos se posaron en él esperando que tal vez sea sólo un esguince y que aunque no saliera a jugar el segundo tiempo pueda estar en la definición de la Recopa pero no sólo no saldría otra vez a la cancha sino que poco después de terminado el partido se conoció el diagnóstico final teniendo que esperar entre cinco y ocho meses para poder volver a gritar con él otro gol.
Volviendo al partido para los jugar últimos 45 minutos en su lugar ingresó Lucas Viatri, vale recordar que hasta finalizado el encuentro no se sabía la gravedad de la lesión del Capitán, Vargas seguía disfrazado de Riquelme y Boca de entrada empezó a buscar la victoria acorralando de apoco con el correr de los minutos a su rival contra su area, a la seguridad mostrada por el debutante García descolgando cada centro que caía al area de Boca se sumaban Noir enloqueciendo en cada arranque a la defensa visitante, la desfachatez de Viatri para ir a buscar todas las pelotas que merodeaban el area de Bossio que se potenciaron con el ingreso de "Pochi" Chávez por un ya intrascendente Neri Cardozo de muy bajo rendimiento en esos quince minutos que jugó de la etapa final, el "Negro" Ibarra se prendía en el toque de los pibes y Boca ahí si se mostraba netamente superior a su rival. Cuando se estaba por cumplir la media hora apareció otra vez la figura de Fabián Vargas que después de un par de amagues puso un pase en diagonal al centro del area, bien rasante que a la carrera conectó Chávez después de que Noir la dejara pasar, delirio y triunfo. Al grito de "Vamos, vamos los pibes" la gente empujaba más aún al Xeneize al ataque que ante cada intervención de los chicos que están dando sus primeros pasos en primera división hacía latir al estadio con ese grito. Grito del que obviamente también eran destinatarios Ibarra, Battaglia y Vargas que terminó jugando uno de sus mejores partidos con la camiseta de Boca siendo vital para conseguir la victoria que le permite al Xeneize quedar a un punto de los líderes con un partido menos.

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