miércoles, 3 de septiembre de 2008

Es para vos, es para vos ...


Es para vos se escuchó desde el corazón mismo de La Bombonera, como no podía ser de otra manera. Más de un desprevenido pensará que se lo dedicamos al rival de siempre, al último campeón argentino que no será recordado por el fútbol mostrado a lo largo del torneo y mucho menos por la superioridad ante los rivales, ni siquiera por haber ganado el superclásico (cayó 1-0) sino que seguramente quedará en la memoria de todos los hinchas (propios y ajenos) por haber dado la vuelta olímpica entre pañales y maíz. No señores, de principio al fin desde los propios jugadores pasando por cada hincha Xeneize del país, esta copa va dedicada a él, al máximo goleador de la historia del club, para el jugador que abrió la serie de la Recopa, es para Martín Palermo que sufrió la rotura de ligamentos de su rodilla derecha ante Lanús y que con una vuelta (olímpica) esperaremos por otra vuelta (la del "Loco" a las canchas). Y hablando de vueltas, el que pegó dos en un puñado de días fué Juan Román Riquelme que con la medalla dorada todavía colgada del pecho llegó y se puso la 10 de Boca, cansado y todavía no habiendo recuperado del todo el reloj por venir del otro lado del planeta, no sólo aguantó todo el partido sino que clavó un tiro libre bien combado pegado al palo para darle el empate en el último minuto y de esa manera estirar el invicto en el templo.
De entrada nomás la noche se mostraba emotiva, el equipo posó para las fotos con una bandera en la que se podía leer "Martín todo Boca te espera" alentando al capitán y goleador en esta larga recuperación. Recién operado se especulaba con la presencia del "Loco" en la cancha, pero el mal tiempo hizo una mala jugada y el 9 lo vió desde la casa.

Como en las mejores noches La Bombonera se preparaba para vivir una fiesta, el equipo salió a jugar como si el partido de ida hubiese terminado empatado, el cambio obligado de Viatri por Palermo y el regreso de Riquelme eran las modificaciones entre los once que salieron a buscar otra estrella para el escudo. Palacio enchufado como en el partido de ida estaba imparable, y de arranque nomás pese a que Caranta tuvo que revolcarse para sacar una pelota con destino de red cuando no se había cumplido el primer minuto, Boca mostró sus mejores virtudes y en un rápido ataque Viatri mandó un centro que Rodrigo empalmó de volea en el centro del area para poner al Xeneize en ventaja, 1-0 que con la victoria del partido de ida hacía un global de 4-1 obligando a Arsenal a hacer tres goles para llegar a la definición por penales. Ese golpe pareció de nock-out para los dirigidos por Garnero y el Xeneize aprovechaba para florearse mostrando una gran superioridad que la buena tarea de Campestrini ahogando un par de gritos y la mala puntería lograron que los primeros 45 se vayan con sólo un gol de diferencia pese a que Boca mereció mucho más.
Faltaban jugarse los últimos 45 minutos de la Copa y Boca estaba más cerca de golear que Arsenal de arrimar aunque sea un empate, pero el equip de Ischia salió a jugar lo que quedaba como si hubiese dado la vuelta olímpica en el entretiempo, encima cuanto más minutos pasaban más se notaba el cansancio en Riquelme, el único que salió y mostraba el camino de cómo se juega en Boca era el Seba Battaglia, corriendo por toda la cancha, figura del partido. Los de Sarandí se dieron cuenta que el local salió dormido y quiso aprovecharlo, no había pasado un cuarto de hora cuando el partido quedaba igualado. Con el empate lejos estuvo Boca de despertarse y Caranta empezaba a convertirse en figura mientras que del resto sólo jugaba el 5, así la visita empezó a agrandarse y ya no ver tan lejana la hazaña al ver que el local no reaccionaba trataba de arrinconarlo contra su arco, y en eso estaba cuando se quedó con uno menos, ahí sí parecía que el final de la historia llegaba 20 minutos antes del pitazo final pero el Xeneize siguió durmiendo y con uno menos Arsenal daba vuelta el partido y quedaba a un gol de empatar la serie y forzar los penales. Con dos menos el visitante levantaba la cabeza ante la adversidad y Boca empezó a despabilarse, Román tuvo dos chances claras pero no estaba fino en la definición y mandó dos por arriba del travesaño. Con el último suspiro los de Sarandí se lleveban de premio consuelo una visctoria en La Bombonera, pero en la última pelota de la noche el árbitro cobra tiro libre a favor del local, Román se paró frente a la pelota pero no había mucha confianza en el 10 que no estaba en su noche, sin embargo el mejor jugador Argentino le dió una comba impresionante a la pelota que pasó por arriba de la barrera y bien esquinado abajo al otro palo del arquero que llegó a tocarla pero no pudo detenerla. Golazo y ahora sí a festejar el título internacional número 18 volviendo a colocar a Boca como el más ganador junto al Milan y ubicándose como el más campeón del nuevo milenio. Entonces sí, con el gol de Riquelme se cerraba una noche perfecta, a darle aliento y apoyo al capitán que dentro de la amargura por la lesión podrá rehabilitarse con otra copa en su extensa historia azul y oro. La Bombonera se vistió de fiesta para darle también su merecido agasajo al 10 Olímpico que además de recibir una plaqueta de parte de los dirigentes devolvió a la gente tanto aliento con un gol sobre la hora.
Otra vuelta, otra Copa y otra manera de seguir lo que resta que es nada menos que Campeonato y Copa Sudamericana mientras brindamos, esperamos la pronta recuperación del Goleador y Capitán, al que ya se extraña pero sabiendo que ya falta un día menos para volver a gritar goles juntos.









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