El pésimo primer tiempo jugado por Boca le quitó casi todas las chances de definir mano a mano el último tramo del campeonato con Lanús.
En esa primera mitad del partido el equipo dirigido por Miguel Angel Russo se fué al vestuario derrotado por Arsenal 2 a 0 y si no fuera por los reflejos de Mauricio Caranta la diferencia podía haber sido aún mayor.
Para el inicio del segundo tiempo, Russo cambió casi todo el medio campo ingresando Bartolo, Fabián Vargas y Carlos Bueno por Battaglia, Ledesma y Gracián. Justamente el enganche nuevamente dejó pasar la posibilidad de lucirce en un partido clave al mostrarse dubitativo, casi carente de confianza y el equipo esa ausencia la nota en su rendimiento colectivo al quedar demasiado aislados Palacio y Palermo, también hay que decir que el trabajo defensivo deja mucho que desear, en lo que va del semestre, la formación que mejores resultados obtuvo fue con Gabriel Paletta y Morel Rodriguez como centrales y Juan Krupoviesa o Bruno Uribarri quien también cubrió el lateral izquierdo sin desentonar.
El partido que cambió esa defensa fué la revancha contra el San Pablo por la copa Sudamericana en la que el equipo brasilero eliminó a Boca con un gol que vino de un pelotazo de arco a arco y que el delantero le ganara en lo alto a Morel Rodriguez, entoces se pensó que una zaga central con dos "lungos" sería la solución pero ni Paletta ni Maidana evitan que los rivales cabeceen a gusto dentro del area.
Volviendo al partido, en el segundo tiempo, por lo menos cambió un poco la actitud de un equipo que tiene aspiraciones de campeonato y en ese cambio mucho tuvo que ver la entrada del yorugua Bueno quien se va ganando a la hinchada con sus ganas y empuje.
A Boca le quedaban 45 minutos para torcer una historia que ya estaba escrita, buscó y peleó contra un equipo que al ir pasando los minutos se fué metiendo más cerca de su arco y cerrandole los caminos a Boca haciendo correr el reloj para jugar con la desesperación Xeneise.
Llegó el descuento que sólo sirvió para las estadísticas como el primer gol de Carlos Bueno con la azul y oro en el pecho, pudo haber empatado pero a la hora de los mereciminetos no se podría decir que era justo luego de esos primeros 45 minutos nefastos en los que el único que transpiró fue Caranta.
Otra vez parece quedarse sin nafta en la recta final y con el empate entre Lanús y Argentinos y el triunfo de Tigre, Boca quedó relegado a la tercera posición a cuatro puntos del puntero quedando seis por jugarse.
El Xeneise debe jugar contra Tigre y Lanús pero ya dejó de depender de sí mismo para dar la vuelta antes de viajar a Japón, un triunfo ante Tigre lo puede dejar con las manos vacías si el puntero le gana a Gimnasia.
Son sólo dos partidos los que restan jugarse, el sueño se alejó un poco pero con lo irregular que fué este campeonato todavía queda resto para ilucionarse y después sí pensar en el Mundial y volver a darle al fútbol argentino otro motivo para engrandecer su historia.
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