miércoles, 9 de abril de 2008

Mano a mano

Un Boca que mezcló titulares y suplentes salvó el invicto ante Banfield en la Bombonera al empatar 1 a 1 con gol de Martín Palermo en un partido donde el equipo no brilló pero sin embargo se llevó menos de lo que mereció al arrinconar al conjunto del sur y otra vez malograr situaciones claras de gol como la que se pierde Dátolo a minutos del final.
Apenas pasado el primer cuarto de hora del partido la visita se ponía en ventaja, como le está pasando más seguido de lo recomendado, el equipo de Carlos Ischia se veía obligado a remontar el resultado. De entrada el Xeneize se plantó bien ofensivo, con Castroman, Mauro Boselli y Martín Palermo más el aporte del "Pochi" Chávez y Neri Cardozo cubriendo cada carril del medio campo, parecía que la idea era sin dudas no dejar escapar más puntos y ahogar al rival haciendo correr la pelota cada vez que se conseguía su poseción.
Pero las desatenciones defensivas le están causando más de un dolor de cabeza al técnico y principalmente al hincha que ve como con goles "evitables" al equipo se le complica sumar de a tres y ve con temor como se aleja un pasito más la punta del campeonato.
El correcto trabajo realizado por Chavez contrastaba con un intermitente y casi intrascendente Neri Cardozo que no está pasando por un buen momento futbolístico.
A pesar de haber contado con claras chances de empatar, Boca se iba al descanso un gol abajo y para la segunda etapa por la rotación que está llevando a cabo el director técnico entró Sebastian Battaglia por Vargas, jugando un tiempo cada uno pensando en el partido del martes por la Copa en México y mandó a la cancha a Leandro Gracián por un Lucas Castroman que parece como si cada vez que juega de titular ya un cambio está gastado en él, no parece ni remotamente aquél que un año atrás llevaba de la mano a Vélez, corriendo y marcando goles, sobresaliendo por sobre los otros referentes como el "Roli" Zárate, es evidente que su estado físico no es el óptimo, en casi todos los partidos que le tocó estar con la camiseta de Boca se retiró lesionado, parece como si en cada pique, cada vez que intenta patear la pelota la pierna no le va a responder. El técnico y cuerpo médico son los que lo ven en cada entrenamiento y si lo ponen de entrada debe ser por que lo ven bien, pero la verdad es que antes de hacerlo jugar tendría que ponerse bien, en buenas condiciones es un jugador que demostró sus cualidades que son las que lo trajeron a Boca.
Los cambios dieron sus frutos y antes de los 15 minutos Boca conseguía el empate con un tremendo cabezazo de Palermo que le ganó en el salto a su marcador y la pelota cayó bombeada sobre el cuerpo de Luchetti que sólo pudo ir a sacarla de adentro del arco.
Con el partido empatado el Xeneize siguió buscando más y casi se saca la grande sobre el final con un centro que cae llovido sobre el costado izquierdo del area grande, Palermo la baja y aparece solo Jesús Dátolo para empujarla, pero su tiro se fue por arriba del travesaño.
Si hablamos de merecimientos, Boca mereció la victoria pero la única forma que existe de conseguirla es haciendo un gol más que el rival, y esta está siendo una materia pendiente del equipo que crea las situaciones pero no puede concretarlas, también se agrega los regalos defensivos que hacen que se tenga que ir de atrás en el resultado y no siempre se puede revertir.
Apareció Martín para salvar el invicto pero la punta se alejó un escalón más y para pelear hasta el final las dos competencias del semestre es necesario empezar a sumar de a tres, las ausencias por lesión tienen que ser disimuladas, todos sabemos la importancia que tienen Ibarra y Riquelme pero este plantel debe aprender a ganar sin ellos en la cancha y de esa manera esperar más tranquilos su recuperación, en defensa también falta Paletta pero el bajón futbolístico de Caceres es llamativo, de aquél que debutó en el verano cada vez vemos menos, dubitativo en salida y flojo en la marca ya no alcanza con tener voz de mando. Esto es Boca y es distinto a todo, pero este plantel va a salir a flote sin dudas, pero no por historia sino por presente.


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