martes, 13 de mayo de 2008

Corazón de Campeón


Ir a jugar a Brasil se está transformando en toda una aventura, después de la última final jugada contra Gremio donde tanto hinchas como jugadores y hasta periodistas sufrieron una agresividad más parecida a otras épocas de Copa, ahora otra vez en la noche previa se escucharon bombas de estruendo, música bien alta, etc etc. para que los jugadores no pudieran conciliar el sueño. El Campeón ya acostumbrado a estas costumbres cariocas esperó en silencio el comienzo del partido, a minutos de comenzar a rodar la pelota esperó que saliera el local, que agotaran los fuegos de artificio y se aquietaran los hinchas, abrazados en la boca del túnel el capitán arengó a todos a no dormirse, a concentrarse que sólo faltaban 90 minutos para estar entre los ocho mejores del continente otra vez. Y saltaron a la cancha con esa confianza que pocos equipos en el mundo demuestran en este tipo de partidos, sabiendo que la diferencia era poca pero a favor, que el empate era un buen resultado y que el rival si quería sacar de competencia al Campeón tenía que ganarle.
Durante los primeros quince minutos el Xeneize se paró firme esperando a su rival, esperando pero no parado atrás, Dátolo y Monzón le generaban más de un dolor de cabeza a la defensa en cada escalada por izquierda, la defensa recuperó confianza con el ingreso de Morel Rodriguez como central y Battaglia se transformaba de a poco otra vez en figura. Palermo corría, marcaba, colaboraba con el equipo, ésa solidaridad contagiaba al resto, Palacio arrancaba y dejaba atrás camisetas azules entonces el local empezó a decaer en sus llegadas, se dió cuenta que tenía que cuidarse más por que un gol de Boca lo complicaba y mucho. El equipo de Ischia pasó los embistes con olgura, salía de contra y hacía temblar el Mineirao y cuando faltaban un poco menos de 10 minutos para el final del primer tiempo Rodrigo Palacio que ya había tenido un par de ocaciones que no pudo concretar, puso en ventaja al Campeón después de una salida rápida de Riquelme para Dátolo que tocó para "La Joya" que en la puerta del area enganchó y la clavó en el ángulo. La serie se ponía 3-1 para Boca con igualdad de goles de visitante por lo que Cruzeiro estaba obligado a hacer por lo menos dos goles para ir a penales.
El gol de Palacio fué un baldazo de agua fría para todo el estadio y cuando todavía Cruzeiro estaba "grogy" Martín Palermo tenía su premio después de haber hecho un esfuerzo emocionante, un centro perfecto de Jesús Dátolo (de muy buen primer tiempo) el capitán fué con todo a buscarla y de cabeza por arriba del arquero ponía las cosas 2-0, 4-2 el global y con el segundo gol de visitante obligaba al Cruzeiro a hacer cuatro goles para pasar de ronda y ya no había posibilidades de terminar en tanda de penales.
La primera mitad del partido terminaba con triunfo de Boca por 2 a 0, clasificación casi asegurada con alto rendimiento en varios jugadores como Dátolo, Monzón, Battaglia y el corazón de Palermo.
En el segundo tiempo para destacar quedó el aguante, el amor propio de Boca que siempre da un plus en tierras brasileras, el cansancio por esa cancha inmensa no llegaba a sofocar a un equipo al que le sobra coraje, lo último que dejó el Cruzeiro en esta Copa fué el golazo de Wagner que decoró un poco el resultado para el equipo azul pero Boca hacía rato que estaba clasificado, pudo haber empatado Cruzeiro, pudo haber aumentado Boca, pero el resultado fué justo, clasificó el mejor de los dos en los 180 minutos.
Con este triunfo Xeneize quedaron dos equipos argentinos de los cinco clasificados a los Octavos de Final, el otro es San Lorenzo que eliminó a River, el rival de Boca es el Atlas mexicano al que ya enfrentó en la fase de grupos, justamente el equipo de Miguel Brindisi eliminó a Lanús luego de ganarle 1-0 de visitante y empatar en 2 en méxico.

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