La Selección Argentina viajó a Venezuela con una sola premisa: ganar. Y lo hizo otra vez 2-0 aunque el resultado no refleja de manera fehaciente la superioridad mostrada por el conjunto albiceleste sobre todo cuando la pelota pasaba por Riquelme, Messi o Tevez, más allá de algún sofocón la 'Vinotinto' no llegó a inquietar demasiado al 'Pato' Abondanzieri.
La Selección pasó los dos primeros partidos con cuatro goles a favor y la valla invicta y más allá de la envergadura de los rivales el equipo del 'Coco' hizo lo que tenía que hacer que era sumar los 6 puntos en juego.
El partido mostraba a una Venezuela que parecía haber estudiado bien el libreto y a Argentina tratando de mantener la poseción de la pelota y promediando la primera mitad del partido llegó el gol, centro perfecto de Riquelme a la cabeza de Gabriel Milito, Argentina pasaba al frente y ahí empezó a regular, cada contra tenía olor a gol hasta que llegó el segundo: pase de Carlitos hacia atrás para Messi que la acomoda contra el palo con un tiro certero desde afuera del area y así Argentina, como contra Chile se iba a descansar dos goles arriba.
Venezuela impotente y Argentina regulando y jugando de contra, así se mostraron en la segunda parte donde el conjunto nacional pudo haber aumentado pero habrá que darle la derecha a Basile que al finalizar sentenció:'les perdonamos la vida'.
Más allá del resultado se puede destacar la presencia del 'Negro' Ibarra desde el comienzo, jugando Zanetti en la mitad de la cancha en su partido #115 alcanzando a Roberto Ayala como jugador que más veces vistió la celeste y blanca, German Denis se dió el gusto de jugar los últimos 9 minutos y hasta estuvo cerca de anotar un gol despues de un pase del 'Pulga', Nico Burdisso (que jugó en lugar del lesionado Heinze) después de chocar su cabeza contra la de un Venezolano quedó inconciente en el piso con un corte en la nuca que por suerte no fué más que un susto aunque tuvo que ser reemplazado por el 'Cata' Díaz.
Un párrafo aparte para el aporte determinante de Riquelme que demostró una vez más su categoría y que no hay falta de ritmo que opaque la magia de su fútbol y el brillo que le vuelve a dar a la gloriosa '10' heredando la camiseta del más grande no sólo en Boca.
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