jueves, 6 de septiembre de 2007

Harry Potter se quedó sin varita


Por las diferencias con el director técnico del Villarreal de España, el chileno Manuel Pellegrini, y la dirigencia encabezada por el presidente del club Fernando Roig, el mejor jugador argentino se quedará sin ritmo de competencia oficial por lo menos hasta el mes de diciembre al no llegar a un acuerdo que le permitiera a Román Riquelme jugar en otra institución. Ahora para tratar de entender qué lleva al jugador de ser la estrella del plantel e ídolo de la hinchada a ser resistido, casi odiado y dejado 'colgado', es necesario desmenuzar los acontecimientos desde el comienzo de la crisis. Como toda estrella, Román tenía ciertos privilegios y se le contemplaban ciertos caprichos digno de su etapa con Bianchi en Boca, claro que la clasificación por primera vez en la historia del club para jugar la Champions y la posterior clasificación a semifinales con un aporte casi Maradoniano del argentino, hacían que todo aquello valga la pena. Pero a veces lo bueno dura poco y los triunfos conseguidos en la temporada 05/06, no se repetían en la 06/07 y aunque el nivel de Riquelme era bueno y le daba más jerarquía al plantel (no era lo mismo enfrentar al Villarreal cuando estaba él que cuando no) empezó a aparecer el vedettismo del DT y el presidente se creía dueño del Manchester buscando adueñarse del éxito pasado cuando es evidente que sin Román en el equipo, éste no sería más de lo que es actualmente, un equipo 'de mitad de tabla', que a lo máximo que puede aspirar es a pasar de ronda en la copa UEFA. Así las cosas, los roces comenzaron cuando el técnico decide despedir al kinesiólogo Borbicino, llevado por Román y contratado por el club para tratar al jugador de problemas lumbares previo al mundial de Alemania, a partir de ahí ya nada sería igual entre jugador y entrenador,el vaso se fue llenado hasta que llegò la gota que lo rebalsò. Manuel Pellegrini dió la orden de regresar a los entrenamientos el 29 de diciembre de 2006, Riquelme volvió el 2 de enero de 2007 ('como todos los años' dijo en su momento) y ya no hubo retorno, entre el entrenador que decía que era una falta total de actitud y que no iba a dejar que pasen por alto su autoridad y el jugador que no daba el brazo a torcer en su postura de 'estrella', el club tomaba partido por su entrenador, por ejemplo, sacándole su lugar en el estacionamiento desde donde podía eludir a la prensa. En aquél momento la solución llegó cediéndolo a préstamo a Boca, que además jugaba la Copa Libertadores, tal ves pensando que el tiempo aquietaría las aguas. Ahora la situación era otra, pasó la Libertadores donde Román se consagra campeón y es elegido el mejor jugador y con su vuelta a la selección jugando en gran nivel y llevándola a jugar la final de la Copa América parecía que lloverían ofertas por él que veía su futuro jugando en otro equipo europeo o incluso seguir manteniendo su lugar en el Submarino Amarillo. Sin embargo ahí comenzó una novela que tuvo su capítuo final este lunes y con un final nada bueno para el jugador, primero parecía que volvía a vestir la camiseta de Boca por lo menos hasta diciembre, después apareció el Atlético Madrid que parecía contar con todo para llevárselo y también se cayó, volvió Boca con una última oferta, inclusive pidiendo a AFA una prórroga de la prórroga para hacer un último intento y tampoco se pudo llegar a un acuerdo quedando entoces el jugador cobrando 4,5 millones de euros por año (le restan 2 de contrato) sin pisar una cancha de fútbol y con declaraciones del propio presidente del club con la sobervia que le dan los millones que tiene 'lo voy a enterrar en euros pero no volverá a pisar un campo de juego' y el mismo jugador bajando línea y aceptando su situación sin vueltas 'tengo contrato por dos años y mi obligación es cumplirlo'.
Ahora cómo se entiende que un club que no es de los poderosos se dé el lujo de dilapidar 9 millones de euros en un jugador que no es tenido en cuenta ni por el técnico ni por la dirigencia.
Un par de datos para tener en cuenta a la hora de sacar conclusiones es el contrato que ata a Román con el equipo español, llegó en 2005 a cambio de 4,5 millones de euros anuales por 4 temporadas, cobrando menos en la 05/06 y 06/07, ahora comenzaba a cobrar la actual más la diferencia de las temporadas anteriores, según Eurosport la deuda oscilaría los 3 millones de euros en concepto de las dos temporadas anteriores, es decir que en vez de cobrar 9 millones, cobró 6. El Atletico de Madrid había llegado a un acuerdo con el jugador pero no aceptó hacerse cargo de esa deuda y no hubo acuerdo con el club en cuanto al monto a pagar por el pase, mientras que el jugador no quiso renunciar a ese dinero, entonces la última opción que quedaba era Boca, club al que el Villarreal le habia rechazado una oferta inicial de 12 millones de dólares (unos 6,5 millones de euros) por el pase y con la postura firme de no volverlo a ceder a préstamo y fué el club español el que relfotó la chance de que Riquelme vistiera la 10 del equipo Xeneise, según el diario deportivo español Marca en su página web, Boca reofertó 10 millones de dólares más el 20% de una futura venta de los jugadores Ever Banega o Rodrigo Palacio (el que sea vendido primero) en lo que era una negociación histórica, por su costo, para el fútbol argentino, pero otra vez la negativa del Submarino Amarillo dejó el retorno para más adelante y ya dejó sin chance al Campeón de América para negociar con el jugador que había dicho que jugaba por lo mismo que cobraba en España por dos años y el tercer año lo jugaba gratis. De nada sirve discutir si con 9 millones de euros en el bolsillo, Román le estaba regalando algo a Boca cuando la negativa ya estaba por parte del club dueño de su pase. Se acabaron todos los plazos y Riquelme no tiene donde jugar, queda en Alfio Basile, técnico de La Selección Nacional si aunque falto de competencia lo cita para las eliminatorias que comenzarán en el mes de octubre. Mientras tanto, según Yahoo españa, el Villarreal tomó todos los recaudos necesarios para evitar una demanda por parte del jugador dándole un número (el 16, sacándole el 8 que utilizó desde su arribo) y permitiéndole entrenar con el plantel profesional, por contrato lo debe convocar como mínimo el 20% de los partidos de la temporada (son 9) pero para eso hay que esperar a que termine la misma y no tiene la obligación de hacerlo este año.
El mejor jugador Argentino no juega, lo extraña Boca, lo necesita la Selección, otra vez ganan los dirigentes que no valoran el esfuerzo hecho por el jugador y sólo ven un negocio, un número, a quienes les gusta tan poco el fútbol que prefieren perder una millonada en dejarlo sentado en la tribuna antes que pagar una entrada para ver como con sus pies le da grandeza a un club que no la merece.

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