jueves, 13 de septiembre de 2007

Harry Potter y el submarino amarillo



Finalmente a medida que pasan los días aparecen más novedades sobre el caso Riquelme. Varios medios españoles se hicieron eco del rumor que dice que fue el técnico chileno quien delante de todo el plantel, luego de una derrota ante Osasuna habría increpado duramente al jugador acusándolo de no tener actitud y más directamente 'a vos te tendría que haber hechado antes que a Sorín'(vale recordar que el ex capitán de la Selección tuvo una salida poco 'prolija' y al poco tiempo de haber llegado al club) quien faltara el respeto frente a sus compañeros en un vestuario por demás caliente. Voces oficiales del club no se escucharon en ese momento, tampoco ahora y los rumores y las dudas son cada vez mayores.
Robert Pires, el francés líder del conjunto amarillo, dijo a Marca.com: 'A Riquelme lo veo bien, es un jugador que me encanta. De todas formas no soy ni el presidente ni el entrenador y yo aquí no mando. Es una situación muy complicada para él y también para nosostros, sabemos que tenemos un jugador como él pero no podemos servirnos de su juego. Sería bueno que el club encontrara una solución por que es una situación difícil'.
En los mensajes dejados por los hinchas las aguas se empiezan a inclinar en favor del jugador, hay quien dice que el francés (confeso admirador de Román) es la voz cantante de un grupo del plantel al que el mensaje por parte del tecnico y de los dirigentes no les parece transparente, otros afirman que no importa quien arrojó la primera piedra o la más grande el jugador siempre es el que pierde. En El país.com hay hinchas del Villarreal que llegan más lejos, no entienden que ni el presidente Roig, ni el técnico Pellegrini dejen en claro que pasó, es más, a los jugadores del 'mismo entorno' que Román fueron dándoles salida del club pese a tener buenos rendimientos y ser reconocidos por la hinchada como Diego Forlán, el 'Vasco' Arruabarrena, Quique Alvarez y Tachinardi...
Empiezan de a poco a pedirle explicaciones a Fernando Roig, quien tarde o temprano tendrá que decir por qué prefirió pagar 9 millones de euros antes que cederlo a préstamo, y al técnico más que nunca empezarán a pedirle resultados o ante cada traspié se empezará a escuchar como grito de guerra Riqueeeeeeeelme.

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