Sigo siendo el rey

El Campeón de América no pudo mantener la diferencia conseguida en la Bombonera y quedó eliminado de la Copa Sudamericana al caer en el Morumbí 1 a 0 ante el San Pablo. La virtud del equipo paulista estuvo en hacer valer el gol conseguido en el último minuto del partido de ida, de todas formas el equipo Xeneise dejó todo en la cancha pero lamentablemente no pudo conseguir la igualdad.

Partido aspero y jugado como si fuera una final, tuvo en el comienzo al conjunto local como protagonista haciendo lucir un par de veces a Caranta, promediando el primer tiempo fué Sebastian Battaglia quien empezó a hacerse el 'patrón' del mediocampo y recuperando pelotas y distribuyendo el juego el equipo argentino empezó a dominar las acciones y a su rival. El final de la primera etapa llegaría con empate en cero y oprtunidades repartidas.

Al comienzo del segundo tiempo mostró un poco más de lo mismo aunque el local salió con la premisa de conseguir un gol lo antes posible, tal es así que no se había jugado el primer minuto y ya tenían un corner a favor. Y llegó el único tanto a los 8 minutos, pelotazo de arco a arco de Rogerio Ceni, la defensa que no termina de rechazar y de un rebote la pelota le queda al recién ingresado Aloisio quien luego de acomodarla con la mano define solo ante Caranta que nada pudo hacer.

A partir de ahí Boca fué y fué, buscó ese gol que le daría la clasificación tal vez con demasiada desesperacion, sin ideas, corriendo más que pensando pero así es como juega un equipo de Boca, todos los jugadores terminaron con sus camisetas empapadas y la defensa local revoleando pelotas a las tribunas y usando al límite todo lo posible para hacer tiempo. Lo tuvo Palermo y se lo sacó Ceni, lo tuvo Boselli y se fue cerca igual que un cabezazo de Bueno, más peleando que jugando Boca jugó su último partido de esta copa entregando en tierra brasilera hasta la última gota de sudor, perder siempre duele, no siempre se puede ganar y si como ayer, una de esas casualidades hace que tengas que sufrir una derrota, más vale que sea así, con la frente bien alto y dejando todo, como dice la historia: a lo Boca.

Ahora hay que alcanzar a Independiente e ir puliendo la máquina para fin de año, falta menos para la Copa más grande de todas, y hay que traerla a Argentina.