En semana Santa, Jesús abrió el camino

Después de la dura derrota en Chile el Xeneize tenía que empezar a sumar de a tres para no perder terreno en el campeonato y terminar con la sequía de goles de los últimos partidos. Carlos Ischia mandó a la cancha a los suplentes reforzados con Caranta, Morel Rodriguez (suspendido para la Copa Libertadores) y Martín Palermo, enfrente llegaba un equipo golpeado, con cambio de técnico luego de la salida de Asatrada y con la llegada de el "Turco" Mohamed que miró el partido desde la platea y debutará la fecha próxima, apremiado por el promedio del descenso y sin demasiadas respuestas anímicas. Claro que enfrentar a Boca en la Bombonera siempre fue motivante aunque el conjunto santafesino salió como resignado a llevarse la derrota de antemano y casi que ni buscó refugiarse atrás para aunque sea conseguir un empate. Fabian Vargas se adueñó del medio mientras Dátolo alternaba buenas y malas y Neri Cardozo aparecía tibiamente por derecha, abajo Morel Rodriguez se hizo patrón, el pibe Roncaglia sacaba todo lo que pasaba cerca, Monzón cumplió como si tuviera años en primera y por derecha Alvaro Gonzalez aportaba las ganas de siempre aunque esas ganas también se traducían en correr mucho y resolver poco. En ataque pareció Lucas Castroman para acompañar a Palermo y tratar de romper una defensa que arrancó bien parada pero demasiado estática ante la movilidad del Xeneize a la hora de atacar. Desde el comienzo del partido Boca empezó a tratar de arrinconar a su rival buscando por todo el frente de ataque consiguiendo quebrar la racha de partidos sin anotar con una jugada que arrancó por izquierda, apareció Jesús Dátolo que después de capturar un rebote en el arquero que él mismo forzó mandó a la red la pelota y subía a Boca a la punta (Estudiantes con un partido menos si le dan ganados los puntos del partido que le ganaba a Racing 2-1 y fué suspendido por incidentes quedará puntero sólo con un punto más que Boca y River). Ya coseguida la diferencia, Boca empezó a demostrar y demostrarse que puede jugar sin Riquelme, Gracián volvió a parecerse a aquél que llegó y con habilitaciones de esas que sirven dejó a Alvaro Gonzalez en posición de gol pero el arquero salió justo y se quedó con la pelota. Colón no preocupaba demasiado a Caranta y era cuestión de tiempo la llegada del segundo. Antes de irse al descanso Boca se ponía 2 a 0, Palermo le baja una pelota a Gracián que entra sólo, pisa el freno y hace pasar de largo al arquero y a su marcador y define con el arco sólo, golazo.

En el segundo tiempo no cambiarían demasiado las cosas y el trámite daba la sensación de dejar a Boca más cerca del tercero que a Colón del empate, lo tuvo Martín Palermo que se lo perdió en la boca del arco en una oprtunidad inmejorable que el gran goleador Xeneize no pudo aprovechar. La jugada polémica de la tarde de Pascua llegó en la entrada por atropellada al area de Rivarola que se encontró con Roncaglia y éste al quedar lejos de la pelota estira su pie, el jugador sabalero cae pero el árbitro no ve falta y el resultado seguía a favor de Boca por dos goles. Sobre el pitazo final llegó el gol sabalero que decora un poco el resultado para los santafesino a pesar que en el transcurso del partido fue claramente superado.

Lo más destacable que dejó este partido es la aparición de Roncaglia en el fondo como alternativa ante la lesión de Paletta, Monzón cada vez más acentado sobre el lateral izquierdo, Gracián si mantiene este nivel hará que la espera por la recuperación de Riquelme sea más llevadera. Por lo menos ante Colón apareció el recambio necesario, si los que no juegan abitualmente logran hacerlo así cuando se los necesite, este plantel estará sin dudas peleando los dos frentes, a lo Boca, a lo Campeón.