martes, 11 de marzo de 2008

Padre Coraje

Primer clásico del campeonato, en la Bombonera contra uno de los animadores del torneo pasado, en la previa ya se sabía que no jugaba el goleador Martín Palermo suspendido, que tampoco estaría el "Negro" Ibarra recuperándose de su lesión, que tanto Riquelme como Battaglia habían terminado con algunos golpes el partido ante Atlas por la Copa, el rival llegaba con lo mejor que tiene y con el goleador del Apertura sin partidos entre semana y si bien no está pasando su mejor momento tanto el técnico como los jugadores presagiaban un triunfo que los envalentonara de cara al campeonato. Antes de empezar a rodar la pelota no parecía nada fácil para el Campeón de América mantener el invicto de más de un año de local y si a toda la previa le sumamos que en los primeros minutos ya estaba abajo en el marcador...
Pero esto es Boca señores y por algo es el mejor del continente, la historia empezó torcida con Independiente tocando y pasando el medio campo del Xeneize con velocidad y presición, el equipo de Ischia no encontraba la pelota y en el mejor momento del rojo consiguió la diferencia después de un error de Paletta en la salida que derivó en un centro que Julio Caceres mandó contra su propia meta, y fueron 15 minutos de furia roja en busca del partido pero otra vez apareció Caranta agigantándose para tapar todo lo que fuera en dirección al arco.
De a poco Boca fue haciendo pie con las ganas de Dátolo que eran inversamente proporcionales con la presición de sus pases; empezó a encontrar su lugar en la cancha Juan Román Riquelme y Rodrigo Palacio empezó a hacer de las suyas haciendo amonestar a casi toda la defensa de Troglio. Lo empezó a acorralar contra su arco transformando a Assman en figura y haciendo de Caranta un espectador de lujo pero cuando más se estaba acercando al empate, cerca del final del primer tiempo se iba expulsado Paletta en una polémica acción luego de cometer una falta con más color amarillo que rojo, pero el árbitro consideró que era para roja directa y así lo hizo.
El Xeneize arrancaba los segundos 45 minutos en inferioridad numérica y teniendo que remontar el 0-1, para lograrlo era necesario doblegar el esfuerzo para que no se note el hombre de menos y ahí crecieron Morel Rodriguez que se volvió impasable cubriendo el lateral izquierdo y el centro de la defensa con su compatriota Cáceres, del otro lado resultó incansable el aporte de Alvaro Gonzalez mientras se comía el medio campo el "León" Battaglia. Claro que con eso se le quitaba la pelota a Independiente pero había que hacer un gol para empatar y el que se puso el equipo al hombro jugando y haciendo jugar no podía ser otro que Riquelme (capitán ante la ausencia de palermo y de Ibarra) produciendo cada ataque Azul y Oro. A los 9 minutos Boca consigue el empate tan merecido como luchado, Dátolo maniobra en la puerta del area, se la toca a Román que cachetea para Boselli ubicado como pivot dentro del area y la deja otra vez para Riquelme que con un toque maestro deja parado al arquero que sólo pudo mirar como la pelota entraba al arco y decretaba el 1-1. Lejos de conformarse Boca fue por más y de no ser por Asmann el segundo gol estaba al caer.
Al ir al ataque con uno menos dejaba huecos en el fondo que hicieron que el partido por momentos se hiciera de ida y vuelta, pero el Xeneize puso corazón y garra en busca del triunfo que sobre el final después de un pase mágico de Román que dejó sólo y habilitado a Rodrigo Palacio que en una baldosa eludió al arquero y quedando aún con ángulo para el gol, la tiró afuera. Igual hay que decir que más allá de este error Palacio fue una de las figuras del partido.
Mereció más Boca con uno menos y mereció menos Independiente con uno más, pero esto es fútbol y el fútbol es así: los goles no se merecen, se hacen. El equipo se fue aplaudido de la cancha por haber dejado todo en cada pelota y por llevarse por delante a uno de los mejores equipos de la argentina en inferioridad numérica y en desventaja desde casi el inicio del partido, se repuso y demostró que siempre pero siempre primero está el huevo...después el paladar negro.

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